Iglesia Cristiana La Mies A/D

NUESTRA HISTORIA
Nuestro inicio fue así: el día 3 de marzo de 1998 estando en la sala de la casa de mi hijo Jorge Jr, en la ciudad de GAITHERSBURG, MARYLAND. Mi familia y yo nos propusimos repartir unos tratados con contenido bíblico, con ellos hicimos la invitación para que nos acompañaran a la apertura de la obra la mies. Este nombre me había sido revelado por Dios mientras conducía de camino a mi trabajo, que era un parqueadero donde yo servía como Manager. Recuerdo muy claro que me sobrevino esa voz que me decía al oído: A la verdad la mies es mucha, y los obreros pocos, rogad al Señor de la mies, para que envíe obreros a Su mies. Este llamado aunque maravilloso fue sorpresivo, pues aunque tenía 17 años como predicador, no había contemplado la posibilidad de servir como pastor de una congregación.
En ese instante no pude recordar la cita que Dios me hablaba. Al llegar a mi trabajo, de manera muy apresurada busque en mi Biblia donde estaba este pasaje y fue allí donde encontré la cita en Mateo 9: 37 – 38. Este es el pasaje que le dio nombre a nuestra iglesia, desde ese momento nos hemos llamado IGLESIA LA MIES.

Este propósito ha llenado mi vida de inmensas alegrías y satisfacciones, pues servir al Señor a tiempo completo es un honor insuperable. Lo primero que hice fue hacerles saber a mis autoridades superioras en la iglesia donde me congregaba y servía por tres años y medio, ellos de inmediato me bendijeron y enviaron, y fue así como dio inicio a nuestra comunidad IGLESIA LA MIES DE MARYLAND. Una iglesia muy bendecida y prosperada por Dios.

Al cumplir nuestros primeros quince años de trabajo, como niña linda, ataviada para llegar a esa hermosa fecha, nuestra iglesia con una membresía mayor de doscientas personas adquiere su templo en propiedad, en este lugar localizado en Mount Airy Maryland, lugar donde nos congregamos.

Dios, hasta el día de hoy ha sido propicio con nosotros, aunque hemos pasado por las dificultades naturales y por muchas pruebas, nos ha seguido sosteniendo, esto por haber iniciado una iglesia con un llamado genuino con una grandiosa intervención divina. Hasta hoy podemos decir, hasta este día el Señor nos ha ayudado.

Ahora entran nuevos desafíos para mí y mi familia, como es la de plantar nuevas iglesias en el área donde nos encontramos así como en cualquier parte del mundo. Por esta razón le estoy pidiendo en oración al señor Jesucristo que nos permita formar líderes con compromiso y convicción. Hombres y mujeres dispuestos, disponibles y con principios arraigados, que sirvan en excelencia a nuestro Dios.